miércoles, 11 de noviembre de 2009

Un instante

Las palabra, las manos, la piel, las lenguas. Sobre la mesa de luz hay una tira de dos paquetitos. Uno esta vacío, intento abrir el otro. No es fácil. El envoltorio plástico es resbaloso, posiblemente por los restos de lubricante del otro envoltorio o por mis manos transpiradas. Ella espera excitada, abierta. La situación me lleva a las luchas contra los sobrecitos de ketchup que también son resbalosos y difíciles de abrir. En esos casos lo que espera, también abierta, es una hamburguesa que se va enfriando. Cuando el ketchup finalmente se abre, lo hace, a lo largo de una de los lados y no me deja esparcirlo en forma homogénea sobre la hamburguesa. Ella ha dejado de esperar y actúa. Cuanta luz, colores y ruido había en esa casa de comidas rápidas. Debe haber creído que mi dilación para abrir el paquetito es adrede, que le estoy pidiendo algo. Me tendría que haber fijado si el paquete tiene alguna marca, o muesca en el borde, pero ahora, sin anteojos y en penumbra, no le veo nada Se esta dedicando a mi explorando algo nuevo ¿de donde lo habrá sacado? Estos envoltorios tendrían que venir con una tijerita o algo así. Por lo que cuestan, una tijerita de las de colegio de los chicos no cambiaría nada. Parece que lo que me esta haciendo también la excita a ella así que me puedo dedicar enteramente a abrir este envoltorio. Me acuerdo de un remedio que venía en ampollas de vidrio. Cuatro o seis por caja y traía una sierrita para abrirlas. Se serruchaba el cuello de la ampolla, con un trapo se hacia fuerza y se abría haciendo un ruido muy particular, algo como ¡toc! Ahora sigue, pero a un ritmo más tranquilo, se debe haber dado cuenta que a ese ritmo no íbamos a necesitar abrir este maldito paquete que se me sigue resbalando. Esto que me esta pasando debe tener que ver con la técnica del sexo tántrico de Sting. Cuanto hace que no escucho a Sting, como me gustó el disco Endringling: … o Vico, because…. Ah, no, me parece que me estoy confundiendo de cantante, que ese disco fue del cantante de Genesis y no del de Police. Tengo que abrir este paquete o cambiar algo porque voy a terminar siendo una decepción para Sting. No me puedo acordar el nombre del cantante de Genesis. Me acuerdo el del guitarrista, Steve Howe, o algo así, bueno por supuesto el baterista, Phil Collins, pero a ese se lo acuerdan todos. Arremeto contra el maldito envoltorio que “preserva” su contenido. Jueguito de palabras, ¡pelotudo!, abrilo de una vez. Uso los dientes y hago pinza con el pulgar e índice de la mano derecha, el pulgar ligeramente desplazado hacia atrás para que el punto de contacto sea la uña que sujeta mejor al plástico. Finalmente lo abro.

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