viernes, 9 de octubre de 2009

Estrategia

Siempre imagina el encuentro en una esquina diferente de Buenos Aires. No ve al conductor, color, modelo ni marca del auto. Siente el impacto, un desplazamiento violento, la desaceleración. Oye la frenada, el ruido a vidrios que estallan y a metales que se retuercen. También oye gritos, de otros, su boca esta cerrada apretando los dientes. La bicicleta y su cuerpo se rompen, todo el cuerpo le quema, le duele el pecho, no se puede incorporar ver con claridad ni respirar. La gente lo rodea mientras su espalda se moja en un charco de sangre espesa y oscura que crece a su alrededor.


Se aleja de esa esquina y tarda más de una cuadra en reponerse del accidente imaginado. Antes que una premonición, prefiere creer que es una estrategia para torcer las estadísticas. Hoy, ya es improbable que lo vuelvan a atropellar.

1 comentario:

  1. jajajaja! Muy bueno!!
    Bienvenido al mundo "Blogger
    Felicitaciones!
    Beso!

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